GINEBRA (apro).- El presidente electo de Venezuela Edmundo González, quien resultó ganador en los comicios del 28 de julio de 2024, denunció a Nicolás Maduro por usurpar el poder y por el aumento de la represión en el país contra la oposición y quienes se perciben en contra del régimen.
“Como presidente electo, hoy me encuentro en el exilio porque el régimen ordenó mi arresto y militarizó el país para impedir mi regreso. Desde el 10 de enero, Maduro ha consolidado su golpe de Estado, usurpando un poder que no le pertenece y aumentando la represión para mantenerse en el control”, denunció el presidente electo de Venezuela Edmundo González en entrevista con Proceso.
“Hace menos de un año, yo era solo un ciudadano venezolano más, aferrado a la esperanza de ver a mi país recuperar la democracia. Hoy, me presento ante ustedes como el presidente electo de Venezuela, elegido por la abrumadora mayoría del pueblo venezolano el 28 de julio’’, dijo en el marco de su intervención en la Cumbre de Derechos Humanos que tiene lugar en Ginebra.
"Y, sin embargo, se me impide ejercer el mandato que me fue confiado. Mi historia no es la única ni la más importante. Estoy aquí en representación de millones de venezolanos que han soportado persecución, exilio y represión, aferrados a la esperanza de recuperar su país”, deploró.
Afirmó que el 28 de julio, el pueblo venezolano habló de manera decisiva en las urnas. “No hay duda sobre el mandato popular. A pesar de la censura, la intimidación, la violencia contra la oposición y los intentos de impedir que los ciudadanos votaran, “el deseo de cambio se expresó con una fuerza innegable”.
González deploró que la respuesta del régimen fue “la represión, la persecución y un golpe de Estado contra la voluntad del pueblo. Desde el día de las elecciones, más de 2 mil personas han sido detenidas arbitrariamente, incluidos niños, adolescentes, defensores de derechos humanos, periodistas y activistas políticos”.
Muchos han sido víctimas de desapariciones forzadas durante días o semanas, sin acceso a sus familias ni abogados—un intento del régimen por quebrar su espíritu y sembrar el terror en la población, agregó.
Recordó que la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU ha documentado crímenes de lesa humanidad en Venezuela, incluyendo torturas sistemáticas, detenciones arbitrarias y ejecuciones extrajudiciales. “En el último año, la represión no ha hecho más que intensificarse”.
González expresó que cada caso de detención arbitraria “nos afecta profundamente, pero hay uno en particular que ha golpeado directamente a mi familia: la desaparición forzada de mi yerno, Rafael Tudares. Este acto de represión, persecución e intimidación refleja la impunidad con la que opera el régimen’’.
“Desde su detención, no ha habido información oficial sobre su paradero o su estado de salud. Este no es un caso aislado. Sé que lo que mi familia está viviendo lo comparten miles de otras familias. Pero comparto mi testimonio en primera persona, como testigo directo del sufrimiento diario de mi hija Mariana y de mis nietos de 7 y 8 años”, lamentó visiblemente afectado.
“Cada día, mi hija recorre un centro de detención tras otro, una instalación de tortura tras otra, en busca de su esposo. Ha sido engañada, humillada y burlada—su búsqueda convertida en lo que llaman "tortura blanca", un método que no deja marcas físicas, pero que desgasta poco a poco la vida de una familia”.
“El caso de mi yerno es solo un ejemplo de lo que ocurre diariamente con miles de madres, padres, hijos y esposos venezolanos. Y digo miles porque, aunque algunos son liberados, el mismo día otros son arrestados. Lo mismo ocurre con Rocío San Miguel, Enrique Márquez, Biaggio Pilieri, Freddy Superlano, Américo de Grazia, Jesús Armas y muchos más. Todos ellos son víctimas de un patrón sistemático de persecución contra defensores de derechos humanos, periodistas y activistas, bien documentado en informes de múltiples organizaciones de derechos humanos’’, detalló.
Por otra parte, se refirió a la situación de quienes buscan refugio en la embajada de Argentina en Caracas. “Un grupo de mi equipo directo, junto con María Corina Machado y yo, buscamos protección en esa misión diplomática. Allí han enfrentado un acoso constante por parte de las fuerzas del Estado, han sido privados de servicios básicos e incluso se les ha negado el acceso a alimentos. Este asedio es una violación flagrante de los principios fundamentales del derecho internacional y de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas’’.
“La historia nos ha demostrado que el cambio es inevitable cuando los pueblos se levantan con valentía y determinación. La historia de mi país es una historia de resistencia, pero también de esperanza. Somos un pueblo que, a pesar de la opresión, nunca ha dejado de luchar por la libertad, la democracia y los derechos humanos. Hoy, más que nunca, los venezolanos han dado un mandato claro: queremos cambio, queremos democracia y queremos recuperar nuestra libertad”, evocó.
"El cambio llegará. La justicia llegará. Y no descansaremos hasta lograrlo”, exclamó el presidente electo de Venezuela.
Con información de proceso.com.mx