El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha asegurado este jueves, en su primera declaración pública sobre este asunto, que si queda probado que el expresidente Jair Bolsonaro estuvo al frente de una trama golpista para evitar su investidura tras las elecciones de 2022, "sólo tiene una salida, la cárcel".
Lula ha considerado "muy grave" el contenido de la denuncia que presentó este martes la Fiscalía, en la que, entre otras cosas, se incluía un plan adicional para atentar contra su vida y la de otros altos funcionarios, como el vicepresidente Geraldo Alckmin, o el juez del Supremo Alexandre de Moraes.
"El Partido Comunista Brasileño fue perseguido casi 50 años sin haber hecho ni el 10 por ciento de lo que ha intentado hacer en este país el equipo del expresidente", ha dicho Lula en una entrevista para Super Rádio Tupi.
Así, Lula ha señalado que si la denuncia "extremadamente grave" de la Fiscalía queda probada, está seguro de que Bolsonaro "sólo tiene una salida, la cárcel". Al mismo tiempo, ha sugerido que el expresidente ya estaría inculpándose antes de ser juzgado a tenor de la campaña de amnistía que han lanzado los suyos.
"No puede ponerse a pedir perdón antes de ser juzgado. Primero tiene que probar que es inocente, cuando pide amnistía está probando que es culpable, que cometió un crimen. Debería estar diciendo que va a probar su inocencia", ha dicho.
Lula ha aprovechado para ironizar con el problema estomacal que habría sufrido Bolsonaro esos días antes de la toma de posesión de Lula, así como del viaje que emprendió a Estados Unidos para evitar la "vergüenza" de darle el testigo.
Por su parte, Bolsonaro continúa defendiendo su inocencia y denunciando que está siendo víctima de una persecución política. El expresidente se ha erigido como un líder de la "oposición democrática" al que Lula apunta cada vez que "está sobre las cuerdas", según ha escrito en varios mensajes en su cuenta de X.
En su primera intervención pública tras recibir la denuncia, Bolsonaro ha afirmado que tiene la conciencia tranquila y ha negado que esté obsesionado con el poder. "Tengo pasión por Brasil, al contrario de algunos que mandan mucho", ha dicho en un acto del Partido Liberal (PL) celebrado en Brasilia.
"Sólo tienen contra nosotros narrativas. Todas han hecho aguas. Han invertido mucho en esta última, el golpe", ha desdeñado el expresidente brasileño que, en el peor de los casos, podría ser condenado a casi 40 años de prisión por estos hechos.
Aún con todo, y a pesar también de que está inhabilitado hasta 2030 por otro causa judicial, ha insistido en presentarse como precandidato para las presidenciales de 2026 y ha reconocido que puede haber gente "más preparada", él tiene "la piel más gruesa" para este tipo de envites políticos.
Con información de: EL Economista.