La violencia en el estado brasileño de Mato Grosso ha alcanzado un nuevo nivel de brutalidad. En menos de dos meses, las autoridades han descubierto 23 cuerpos enterrados en fosas clandestinas.
Los municipios de Rondonópolis y Lucas do Rio Verde se han convertido en el epicentro de estos hallazgos, que comenzaron cuando la Policía Civil buscaba a Policarpo Pereira Alves, de 38 años, reportado como desaparecido el 13 de diciembre. Lo que en un principio parecía una investigación de rutina terminó destapando una serie de ejecuciones atribuidas a facciones criminales que operan en la región.
Según el portal G1, el estado de descomposición de los cuerpos dificulta su identificación y, hasta el momento, ocho personas han sido reconocidas. Mientras, los forenses intentan determinar las causas de las muertes. Algunas de las víctimas fueron encontradas con las manos y los pies atados.
El hallazgo de estos cuerpos no es un caso aislado. En Tangará da Serra, se encontraron en enero los cuerpos de Anna Clara Ramos Felipe y Ayla Pereira dos Santos, ambas de 18 años, en una zona boscosa. Sus muertes fueron transmitidas por videollamada a un preso de la Penitenciaría Central del Estado (PCE), sospechoso de ordenar el crimen.
También el año pasado, Gabriela da Silva Pereira, de 16 años, fue torturada y asesinada después de hacer una transmisión en vivo criticando la calidad de la droga vendida por una facción criminal. Se piensa que su asesinato sirvió como advertencia para quienes desafían el control de estas organizaciones.
En septiembre del año pasado, en el municipio de Porto Esperidiao, Rayane y Rithiele Alves Porto, dos hermanas de 25 y 28 años, fueron ejecutadas tras hacer un supuesto gesto vinculado a una facción rival durante un festival.
Según el Atlas de la Violencia 2024, en 2023 se registraron 919 homicidios dolosos, 15 robos seguidos de muerte y dos casos de lesiones corporales con resultado fatal en Mato Grosso, lo que sumó 936 crímenes violentos solo ese año.
En un intento de contener esta ola de violencia, el Gobierno de Mato Grosso lanzó en noviembre el programa 'Tolerancia Cero al Crimen Organizado', compuesto por una batería de medidas que buscan debilitar el poder de las facciones, entre ellas, la creación de cuatro nuevas delegaciones especializadas y la contratación de más de 300 agentes para reforzar la seguridad.
Con información de: Actualidad.Rt