La carga en las tareas de cuidados que se ha impuesto a las mujeres durante muchos años en México, por estereotipos de género y un sistema patriarcal en el que se cree que estamos obligadas a ello, impacta en nuestra vida diaria, porque no se reconoce de manera económica e implica un enorme desgaste físico y emocional, manifestó la diputada Xóchitl Bravo Espinosa.
“El trabajo de cuidados es distribuido de forma desigual entre mujeres y hombres. La mayoría de los que estamos aquí sabemos de esta situación e incluso muchas de nosotras hemos sido mujeres cuidadoras. Pero, además, laboramos en espacios de trabajo y conocemos el costo que esto tiene en nuestra vida diaria”, enfatizó.
Lo anterior fue al participar en el Foro “Hacia una Ciudad de Cuidados: Construyendo la Ley del Sistema Público de Cuidados”, que se llevó a cabo en el Congreso de la Ciudad de México, y que contó con la presencia de las titulares de las secretarías de las Mujeres, Daptnhe Cuevas Ortiz, y de Inclusión y Bienestar Social, Araceli Damián González.
En la “Mesa 1: La Distribución del Trabajo de Cuidados: Desafíos para las Mujeres en la Ciudad de México”, la Coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena urgió a generar una corresponsabilidad con los hombres en esta actividad y para que las políticas públicas se conviertan en un marco que garantice el derecho al cuidado, lo que está reconocido en el Artículo 9 Inciso B de la Constitución Política capitalina.
Precisó que este tipo de trabajo no es remunerado y mucho menos reconocido, lo cual coloca a las mujeres en una enorme desventaja con los hombres, porque ellas incluso tienen dobles y hasta triples jornadas de trabajo y en condiciones diferentes a las de los varones.
Bravo Espinosa dio a conocer que, de acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) realizada en 2023, del total de personas de 15 años y más en el país, 31.7 millones brindaron cuidados a integrantes del propio hogar u otros hogares. De éstos, agregó, 75.1 por ciento eran mujeres y 24.9 hombres.
Asimismo, explicó que el trabajo de cuidados está dirigido a la población infantil; personas con discapacidad, y a personas adultas mayores, en el que las mujeres tienen la mayor carga, lo que daña su estado de salud.
“De las mujeres que proveen cuidados, imagínense nada más, 39.1 por ciento afirmamos que sentimos cansancio; el 31.7 –me incluyo– disminuye el tiempo de sueño; el 22.7, refirió irritabilidad; 16.3 sintió depresión, y 12.7 por ciento vio afectada su salud física”.
En ese contexto, agradeció a los diputados Cecilia Vadillo y Víctor Varela por la organización de dicho foro, en su calidad de presidentes de las comisiones de Igualdad de Género y de Inclusión, Bienestar Social y Exigibilidad de Derechos Sociales, respectivamente.
Con información de la-guardia.com