A principios de mes la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y su par estadounidense, Donald Trump, lograron suspender momentáneamente la imposición de aranceles entre ambos países. Y uno de los puntos principales del acuerdo fue "evitar el tráfico de armas de alto poder a México".
Desde entonces Sheinbaum ha enfatizado que, si EE.UU. anhela mejorar los índices de seguridad y evitar la llegada de drogas a su territorio, es necesario que se comprometa a frenar este negocio ilícito, cuyos tentáculos se extienden a América Latina.
John Lindsay-Poland, activista contra el tráfico de armas de EE.UU. a México, consiguió data actualizada hasta el 2022, amparado por la Justicia estadounidense, de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés), nunca antes publicada, pero revelada parcialmente por el portal Nodal.
ATF identificó a fabricantes de 133.558 armas recuperadas en México. De la lista, 700 eran rifles de calibre .50, sobresalientes por su precisión a distancia y porque son capaces de derribar helicópteros policiales. Por lo cual están prohibidas para civiles en ambas naciones.
La agencia, adscrita al Departamento de Justicia estadounidense, también registró 40.978 armas recobradas en El Salvador, Guatemala y Honduras del 2015 al 2022. "En Guatemala, el crecimiento exponencial de la exportación de pistolas de EE.UU. ha alimentado el tráfico de armas y tasas de homicidios", apuntó Lindsay-Poland.
El mercado armamentístico proviene mayormente de ciudades fronterizas, con los estados de Texas y Arizona acaparando más del 60 %. Solo de 2015 a 2022 las ciudades con mayor número de armas rastreadas fueron Houston (2.452), Tucson (2.156), Phoenix (1.745), El Paso (1.658) y San Antonio (1.340).
Hace poco el secretario mexicano de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, destacó que habían incautado 106 armas de fuego de diferentes calibres, "de las cuales se estima que el 74 % proviene de los EE.UU.", como parte de la primera semana de la 'Operación Frontera Norte' pactada con la nación vecina.
Una problemática que alcanza también al Caribe. En Haití las "pandillas armadas con rifles fácilmente comprados y traficados desde Florida y Georgia dominan y aterrorizan a grandes franjas de territorio", afirmó el proyecto Alto a las Armas de EE.UU. en México.
La organización, coordinada por Lindsay-Poland, advirtió en su informe 'Ningún refugio de la tormenta: Más sobre el río de hierro de armas' que "los homicidios con armas de fuego —solo un indicador de los daños con armas— han crecido en Centroamérica, Jamaica, Barbados y otras naciones, a la vez que la proliferación minorista de armas de EE.UU.".
ATF estableció que, de 2018 a 2022, 73 % de las armas rescatadas y rastreadas en todos los países de esta zona provienen de EE.UU., con la particularidad que Florida y Georgia son las fuentes de más de dos tercios de las armas traficadas al Caribe.
Ante esto, recomendó prohibir la venta comercial de armamento pesado, como los rifles de calibre .50 y armas de asalto, así como implementar la revisión universal de antecedentes penales, entre otras medidas.
Actualmente está en proceso en EE.UU. una demanda de México contra fabricantes de armas, al responsabilizarlos por facilitar el tráfico de armas a los cárteles de la droga. En noviembre pasado, la Corte Suprema de ese país fijó para el 4 de marzo de 2025 la audiencia para recibir los alegatos orales de la nación latinoamericana. El caso, en el que se exigen 10.000 millones de dólares de indemnización, ha tenido avances en tribunales menores.
Con información de: Actualidad.rt