CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Ismael “El Mayo" Zambada está dispuesto a aceptar un acuerdo de culpabilidad si eso significa que los fiscales no piden la pena de muerte, de acuerdo con lo dicho por su abogado a la agencia de noticias Reuters.
"El señor Zambada no quiere ir a juicio y está dispuesto a aceptar la responsabilidad de un cargo que no implica la pena de muerte", dijo el abogado Frank Pérez.
Proceso había adelantado en su edición mensual de febrero que Zambada García negociaba un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos para convertirse en testigo protegido cooperante del Departamento de Justicia, con el objeto de coadyuvar en sus operaciones y estrategias contra los cárteles del narcotráfico y la narcocorrupción política de México.
El 25 de julio del año pasado, en un acto hasta la fecha inexplicable, Zambada García (quien nunca fue detenido por ninguna autoridad mexicana), junto con Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán Loera, llegó en avión privado al aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México, en donde ya lo esperaban agentes de la DEA para detenerlo.
Al momento de su detención, Zambada García tenía en su contra cinco órdenes de aprehensión emitidas por diferentes jueces federales mexicanos, una de ellas con fines de extradición a Estados Unidos.
Los antecedentes penales del Zambada datan de los noventa pese a que incursionó en el narcotráfico décadas antes, debido a que, según testimonios y documentos de inteligencia, el capo se distinguía por no ser ostentoso para pasar inadvertido.
En su encuentro con el fundador de Proceso, Julio Scherer García, el capo de capos reconoció que su captura ya hubiera ocurrido hace tiempo si él se anduviera exhibiendo como otros narcotraficantes lo hacen en fiestas y lugares públicos.
Con infromación de: Proceso.