Hace ya un tiempo que no escribía, ya me hacía falta y extrañaba compartir con ustedes.
He estado distraída con muchas cosas que son relevantes, pero al final de cuentas son materiales; no puedo decir que no valgan la pena, pero definitivamente no son lo mas importante; debo reconocer que me dejé envolver y mi camino se dobló un poquito ¡que fácil es perderse!
Pero siempre tenemos ese Pepe grillo (nuestra conciencia) que te jala las orejas, te hace reflexionar y te obliga a volver la mirada hacia adentro y encontrar nuevamente ese lugar en el que queremos permanecer.
Después de una semana muy estresante y llena de dificultades, hoy estoy disfrutando de un fin de semana con mi madre y la familia de mi hermana, se graduó mi sobrino de la especialidad en medicina y me llena de orgullo y alegría saber que ha sido muy exitoso, le llueven propuestas de trabajo y ya es socio de un consultorio medico muy importante.
Veo a mi hermana tan tranquila, como dando por hecho que así debía ser, parece no darse cuenta de el papel tan importante que ella ha jugado para que su hijo llegara a este momento de su vida.
La admiro muchísimo por eso, es difícil hacerse a un lado para dejar que los hijos brillen con luz propia y restarle importancia al papel que jugamos nosotros los padres en sus logros, eso no es fácil.
No es fácil hacerse a un lado y dejar de ser protagonistas de la vida de tus hijos adultos después de tantas luchas y angustias para ayudarles a lograr sus sueños.
Me siento feliz y orgullosa de mi familia, cada uno con sus peculiaridades, pero todos, hijos y sobrinos además de mi hermana, trabajan con un corazón generoso y son por eso admirados y respetados, sobre todo por mi, aunque no me olvido de mis dos hermanos a los que adoro entrañablemente.
Así que hoy es día de agradecer, agradecerle primero a Dios por el regalo invaluable que me da a través de mis seres queridos, agradezco a mi madre por ser la cabeza de esta maravillosa familia, medio loca y desperdigada pero fuerte como una roca por el amor que nos une y agradezco a cada integrante de ella, cada uno aporta algo único y extraordinario que hace de esta familia mi familia y no quiero nada más.
Velia Rojas Zambrano