Desde el 2020 La Boquilla ha estado en el ojo público, la disputa entre los pobladores de los alrededores y las fuerzas federales por la intención de extraer agua para enviarla a los Estados Unidos provocaron una fuerte respuesta de parte de la sociedad, que incluyeron apoyo de ciudades cercanas como Camargo y Delicias e inclusive de parte del gobierno Estatal, sin embargo en la actualidad y a pesar que las cosas se han complicado para la comunidad, no se ha visto poca respuesta.
Así lo platicaron habitantes del pueblo en donde se alberga la presa más grande de Chihuahua, pues hace algunos días volvieron a tomar la entrada del embalse por un caso similar, pero a diferencia del 2020 se trata de una extracción para la ciudad de Camargo, esto a pesar de que actualmente La Boquilla se encuentra al 15.3% de su capacidad e inclusive la comunidad que se surte de agua, lidia con poco el suministro y la calidad de ésta.
Izai Valles, presidente de la Cooperativa Socopelto 95 y ex presidente de La Boquilla, platicó que se pretendía extraer 850 litros por segundo para la ciudad de Camargo, esto se les informó el pasado domingo 02 de marzo y rápidamente se convocó para evitar el pase a la presa, pues aseguran que se va a cruzar una línea que jamás se había atravesado y que impactará de manera negativa a los pobladores y a quienes se beneficien de este cauce de agua.
En tanto a autoridades, los pobladores mantienen contacto con el presidente seccional Javier Valtierrez quien ha estado en el contingente desde que comenzó la problemática, por otro lado el apoyo de la comunidad ha sido parte importante ya que personas de pueblos aledaños se han sumado enviando alimentos y agua a quienes se encuentran haciendo guardia en la entrada de la presa, además de, algunos de ellos acompañarlos.
Por lo pronto, señalaron a Omnia que la Alcaldesa de San Francisco de Conchos, Norma Pavía Manriquez, se comunicó la mañana del martes con los habitantes de La Boquilla para darles a conocer que ya se dio el primer amparo para seguir con las compuertas cerradas de la presa y así no se pueda extraer más líquido, se espera interponer un total de ocho amparos para que con estas acciones ganen tiempo para ser escuchados y evitar el desfalco.
A esto se le suman las posibles tragedias que puedan dar resultado de la falta de agua en La Boquilla y el poco presupuestos en infraestructura, específicamente porque al no contener agua las paredes de la presa comienzan a secarse y poco a poco se vuelven más frágiles, por lo que en caso de que se vuelva a llenar esta podría colapsar.
Además de esto una de las turbinas, desde el año pasado derrama constantemente agua por una mala operación al intentar maquinaria, “cuando la abrieron la operaron en unas condiciones en donde no se puede operar y la fisuró”, comentó Izai Valles, presidente de la cooperativa Socopelto 95.