En el marco de las conmemoraciones por el Día Internacional de la Mujer, el Congreso del Estado de Chihuahua fue sede de un foro crucial en la lucha contra la violencia de género: “Violencia vicaria: Legislar para proteger”. En el evento, se abordó una forma de violencia que, por demasiado tiempo, ha permanecido silenciada: la violencia vicaria, aquella que ataca no solo a la mujer, sino a sus hijos e hijas, usándolos como herramientas de control y venganza.
La apertura del foro fue marcada por un discurso, de la Presidenta del Congreso Elizabeth Guzmán Argueta, en el que se destacó la importancia de visibilizar y legislar sobre este tipo de violencia. En sus palabras, la diputada enfatizó que la violencia vicaria inflige heridas profundas en las madres, al ser utilizadas sus hijas e hijos como instrumentos de sometimiento. “Es hora de que esta violencia deje de ser un lamento y se convierta en un delito. No podemos permitir que nuestras instituciones sigan cerrando los ojos ante esta realidad”, afirmó.
En este sentido, se recordó la reciente propuesta presentada por la diputada Leticia Ortega Máynez, quien presentó una iniciativa de reforma para que la violencia vicaria sea considerada un delito en el Estado de Chihuahua. La diputada subrayó cifras alarmantes que reflejan el sufrimiento de miles de mujeres separadas de sus hijos e hijas, una realidad que, hasta ahora, ha sido ignorada por el sistema.
“Es momento de transformar la realidad. La violencia contra las mujeres no es un hecho aislado, es un fenómeno estructural que debe ser enfrentado a través de leyes, políticas públicas y la voluntad de cambiar la vida de las mujeres más vulnerables”, expresó la Presidenta del Congreso.
El foro no solo tiene la intención de generar reflexión, sino de inspirar la acción. Se hizo un llamado a que las conversaciones no se queden en Chihuahua capital, sino que se extiendan a toda la región, incluyendo Ciudad Juárez, donde la lucha contra la violencia y las ausencias se vive a diario. La legisladora destacó que el hogar, que debería ser un lugar seguro, no puede seguir siendo el espacio donde se manifiesta el miedo y la violencia.
“Que este encuentro nos impulse a actuar. Porque la verdadera justicia no es un discurso, es una puerta abierta para que ninguna mujer vuelva a caminar sola”, concluyó Elizabeth Guzmán.