AP.- El papa Francisco entró el sábado en la quinta semana de tratamiento hospitalario por una neumonía bilateral con la mirada puesta en el futuro, ya que continúa trabajando en una de las prioridades de su papado y los signos de su recuperación siguen una trayectoria positiva.
Desde el hospital Gemelli, el papa ha aprobado un proceso de aplicación y evaluación de tres años para su proyecto de reforma, que pretende hacer de la Iglesia un lugar más acogedor y receptivo. La oficina vaticana para el sínodo, o reunión de obispos, dio a conocer un calendario hasta 2028 para implementar las reformas y dijo que el pontífice había aprobado el calendario la semana pasada.
El Vaticano anunció el viernes que reducirá la frecuencia de los partes médicos, lo que calificó como un avance positivo. También ha dejado de emitir sus breves avisos matinales sobre el estado del jesuita argentino, que solían indicar que había dormido bien y que iniciaba su jornada.
Los médicos dijeron esta semana que el pontífice, de 88 años, ya no se encontraba en estado crítico y que su vida no corría peligro, pero señalaron que su condición seguía siendo compleja debido a su edad, a la falta de movilidad y a la extirpación de parte de un pulmón en su juventud.
El papa Francisco ingresó en el hospital el 14 de febrero tras un episodio de bronquitis que le dificultaba hablar. Poco después, los médicos añadieron un diagnóstico de neumonía bilateral y de infección polimicrobiana (bacteriana, viral y fúngica).
Las primeras tres semanas de su hospitalización estuvieron marcadas por una montaña rusa de contratiempos, incluyendo crisis respiratorias, una insuficiencia renal leve y un severo ataque de tos.
Sin embargo, los partes médicos de esta semana se han centrado en la continuidad de la terapia física y respiratoria, así como en la rotación de oxígeno de alto flujo a través de tubos nasales durante el día y de una máscara de ventilación no invasiva por la noche para ayudar a asegurar su descanso.
Esta semana, el papa participó en ejercicios espirituales de Cuaresma desde el hospital, lo que, según los funcionarios del Vaticano, supone una carga de trabajo más ligera. El jueves recibió un pastel y cientos de mensajes de buenos deseos en el doceavo aniversario de su papado.
La única señal pública de vida del pontífice desde su hospitalización fue un mensaje de audio en el que daba las gracias a la gente por sus oraciones para su recuperación, grabado con una voz débil y trabajosa. El mensaje se reprodujo en la Plaza de San Pedro del Vaticano para los fieles que asistían al rezo nocturno del rosario.
Durante los últimos cuatro domingos, la tradicional bendición que suele ofrecer desde una ventana con vistas a la Plaza de San Pedro se ha publicado en texto.
Con información de Latinus