WASHINGTON (AP) — El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, declaró el viernes que el embajador de Sudáfrica “ya no es bienvenido” en el país; es la medida más reciente del gobierno de Donald Trump contra la nación africana.
En una publicación en la red social X, Rubio acusó a Ebrahim Rasool de ser un “político que incita al racismo”, que odia al presidente Trump y lo declaró persona non grata.
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Ni Rubio, quien publicó el mensaje mientras regresaba a Washington tras asistir a una reunión de ministros de Exteriores del Grupo de los Siete en Canadá, ni el Departamento de Estado ofrecieron una explicación inmediata para la decisión.
Pero Rubio incluyó un enlace a una historia de la web noticias ultraconservadora Breitbart sobre una charla que Rasool dio el viernes anterior en un seminario web de un grupo de expertos sudafricanos en el que habló sobre las acciones de la administración Trump en el contexto de unos Estados Unidos donde pronto los blancos ya no serán mayoría.
Tanto Trump como su aliado Elon Musk, quien creció en Sudáfrica, han criticado al gobierno sudafricano, encabezado por negros, por una nueva ley de tierras que, según ellos, discrimina a los blancos.
Es muy poco habitual que la Casa Blanca expulse a un embajador extranjero, aunque es más frecuente que diplomáticos de menor rango sean objeto de la designación de persona non grata.
En el apogeo de las expulsiones diplomáticas entre Estados Unidos y Rusia durante la Guerra Fría, y luego nuevamente por la anexión de Crimea por parte del Kremlin en 2014, las acusaciones de interferencia en las elecciones de 2016 y el caso del envenenamiento del exoficial militar ruso Serguei Skripal y su hija Yulia en Reino Unido, ni Washington ni Moscú consideraron necesario expulsar a los respectivos embajadores.
Una declaración de la oficina del presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, apuntó que se “tomó nota de la lamentable expulsión” de Rasool y pidió a los funcionarios diplomáticos “mantener el decoro diplomático establecido en su trato del asunto”.
“Sudáfrica sigue comprometida con la construcción de una relación mutuamente beneficiosa con los Estados Unidos de América”, añadió la declaración.
Rasool ya había sido embajador de su país en Estados Unidos entre 2010 y 2015, y regresó al puesto en enero de este año.
Cuando era niño, él y su familia fueron desalojados de un vecindario de Ciudad del Cabo en el que solo se permitía que vivieran blancos. Rasool se convirtió en activista contra el apartheid, pasó tiempo en prisión y decía con orgullo ser camarada de Nelson Mandela, el primer presidente sudafricano tras el fin de la segregación. Más tarde se convirtió en político en el partido Congreso Nacional Africano de Mandela.
En el seminario web del viernes, Rasool, que intervino por videoconferencia, habló en lenguaje académico sobre las medidas de Trump contra los programas de diversidad e igualdad e inmigración.
“El asalto supremacista al poder, lo vemos en la política interna de Estados Unidos, en el movimiento MAGA, el movimiento Make America Great Again, como una respuesta no simplemente a un instinto supremacista, sino a datos muy claros que muestran grandes cambios demográficos en Estados Unidos en los que se prevé que el electorado votante será 48% blanco”, dijo el embajador sudafricano.
Señaló el acercamiento de Musk a figuras de la ultraderecha europea, calificándolo de “reclamo" en un movimiento global que intenta unir a personas que se ven a sí mismas como parte de una “comunidad blanca asediada”.
Rasool no lanzó ningún ataque directo a Trump y, en su lugar, ofreció consejos para tratar con su gobierno apuntando que “este no es un momento para enemistarse con Estados Unidos” y “evitemos cosas que ofendan a Estados Unidos”.
Su expulsión se produjo después de que Trump firmó una orden ejecutiva que recortó la ayuda y asistencia al gobierno sudafricano. En la orden, Trump señaló que los afrikaners de Sudáfrica —que principalmente descienden de los colonos holandeses— estaban siendo objeto de una nueva ley que permite al gobierno expropiar tierras privadas.
El gobierno sudafricano ha negado que su nueva ley esté relacionada con la raza, y sostiene que las afirmaciones de Trump sobre el país y la normativa están llenas de desinformación y distorsiones.
Trump señaló que se estaban expropiando tierras a los afrikaners pero, en la realidad, no se ha expropiado ninguna propiedad en virtud de esa ley.
La norma permite al gobierno tomar tierras en casos específicos en los que no se están utilizando o en los que su redistribución sería de interés público. Su objetivo es abordar algunas de las injusticias de la era racista del apartheid, cuando a las personas negras se les quitaron sus tierras y fueron obligados por ley a vivir en áreas designadas y segregadas, sin acceso a servicios básicos, como luz y agua, escuelas y hospitales.
El mandatario estadunidense también anunció un plan para ofrecer estatus de refugiados a los afrikaners, que son solo una parte de la minoría blanca de Sudáfrica.
Musk, quien dirige el Departamento de Eficiencia Gubernamental de Trump, ha destacado esa ley en publicaciones en redes sociales y afirmó que representa una amenaza para la minoría blanca de Sudáfrica.
A principios de mes, Musk criticó también al gobierno sudafricano por decisiones comerciales y en un mensaje en su red social X dijo que el país había optado por no hacer negocios con su empresa Starlink “porque no soy negro”.
Con información de: Proceso.