La gobierno de Donald Trump está considerando planes para que el Pentágono tome el control de una zona de amortiguamiento a lo largo de una sección de la frontera entre Estados Unidos y México, con la posibilidad de habilitar a tropas activas para que detengan temporalmente a los migrantes que crucen sin documentos, según The Washington Post.
El medio estadounidense indica también que la propuesta ha estado en revisión durante varias semanas, con discusiones centradas principalmente en una franja de la frontera en Nuevo México, y señala que estas deliberaciones forman parte de una estrategia más amplia para reforzar las iniciativas de seguridad fronteriza del presidente Donald Trump, lo que podría aumentar la asignación presupuestaria del Departamento de Defensa para este fin.
El plan en consideración establecería una zona controlada por militares de más de 18 metros de profundidad a lo largo de la frontera, convirtiendo esta área en una especie de instalación militar satélite. Esta zona de amortiguamiento podría extenderse eventualmente hacia el oeste hasta California.
Según los funcionarios, la medida está diseñada para abordar brechas inmediatas en la seguridad fronteriza, especialmente cuando los oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP en inglés) no estén disponibles para hacer arrestos. El Ejército retendría temporalmente a los migrantes, tratándolos como intrusos en propiedad militar hasta que llegue la autoridad civil.
Un desafío clave para la administración de Trump es navegar las implicaciones legales de la militarización de la frontera. La Ley Posse Comitatus limita el papel de las tropas activas en la aplicación de la ley doméstica, pero el gobierno del republicano ha buscado maneras de eludir esta limitación al designar las acciones militares como "sujeción" de migrantes en lugar de detención para arresto. Esta distinción, según explicó un funcionario de defensa, asegura que las tropas no sean consideradas responsables de la detención formal, sino que simplemente retendría a los migrantes hasta que llegue la autoridad civil.
Los funcionarios involucrados en las discusiones han enfatizado que el plan aún está en etapa de deliberación y no está claro si Donald Trump lo aprobará. Sin embargo, los defensores de la iniciativa argumentan que podría mejorar la seguridad nacional al establecer una "zona de defensa nacional" a lo largo de la frontera, con penas más severas para los cruces ilegales y un proceso de deportación más acelerado.
El plan para la zona de amortiguamiento afectaría principalmente tierras en la Reserva Roosevelt, una franja histórica de terreno que fue destinada por el presidente Theodore Roosevelt en 1907 para la seguridad fronteriza. El gobierno federal ha transferido previamente la jurisdicción de porciones de esta tierra al Pentágono para facilitar la construcción del muro fronterizo. Según la ley actual, el Pentágono puede recibir hasta cinco mil acres de tierras federales sin la aprobación del Congreso, aunque no está claro si la administración planea militarizar toda la sección de la frontera en Nuevo México.
Con información de: LatinUs.