Uno de los efectos más lacerantes de la violencia criminal en México, ha sido el incremento en la cantidad de desaparición de personas. Más de 120 mil familias viven con la zozobra de no saber dónde se encuentran sus seres queridos. Las organizaciones criminales en México recurren al uso de fosas clandestinas para enterrar a quienes han privado de la vida. Dentro de esta práctica existen casos extremos como el de Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, en donde un número indeterminado de personas, que asumimos se trató de al menos 400, fueron presumiblemente retenidas en contra de su voluntad, torturadas, asesinadas y calcinadas por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación.
No es casual que la prensa nacional e internacional hable del Rancho Izaguirre como un campo de exterminio, haciendo alusión a los campos de concentración de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Porque lo encontrado en el predio nos hace revivir los peores episodios de la barbarie humana y el nulo respeto por la vida de las personas.
Por ello, este artículo tiene el objetivo de hacer un recuento sobre los llamados campos de exterminio, entendido como lugares que se utilizan de forma exclusiva o al menos primaria para privar de la vida a personas de forma masiva, de forma que tal como sostienen autores como Sabrina Menelotte, este concepto se puede aplicar a los espacios que el crimen organizado ha utilizado para asesinar y ocultar a decenas de víctimas. Teuchitlán no es un caso aislado en México, pero por cuestiones de espacio, nos centraremos en los 10 de mayor tamaño.
Fuente: Elaboración propia a partir de notas de prensa.
Estos sitios constituyen los diez campos de exterminio más grandes de los que se tenga registro en México, pero no existen garantías de que no haya otros emplazamientos mayores o similares, que aún esperan por ser descubiertos pues las autoridades de los tres niveles han sido omisas en garantizar la no repetición de los hechos, la reconstrucción de la verdad y la justicia para las familias de las personas desaparecidas. Por ejemplo, la gran mayoría de los cuerpos encontrados en estos espacios aún no han sido identificados, en muchos casos hay lista de espera para hacer pruebas de ADN sea de años, y se ha dejado a las familias la responsabilidad de localizar y desenterrar los restos óseos no existiendo políticas públicas efectivas para reducir la cantidad de personas desaparecidas.
Lo que estamos viendo en Teuchitlán nos horroriza como país, pero paradójicamente ya hemos pasado por situaciones similares, en donde el descubrimiento de campos de exterminio no propician la toma de acciones claras por parte de las autoridades, es por ello que los hechos del Rancho Izaguirre deben convertirse en un punto de inflexión que detone acciones concretas para ofrecer a las familias que buscan a sus desaparecidos soluciones y que este sea un caso ejemplar de investigación forense tendiente a la reconstrucción de la verdad histórica.
Para ello, la Fiscalía General de la República , puede utilizar la Guía forense para la investigación, recuperación y análisis de restos óseos, elaborada por el Equipo Argentino de Antropología Forense, que ya trabajó en México en la búsqueda y análisis de los restos de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Misma que se puede resumir en las siguientes acciones:
Es vital que la FGR tenga el personal y los recursos necesarios para que se puedan identificar con rapidez y certeza los restos, que no se convierta en un proceso de años, largo y doloroso, en donde se alargue el sufrimiento de los familiares. Por el contrario, que haya acompañamiento a los familiares y que podamos reconstruir la verdad de lo sucedido en estos sitios, para propiciar que nunca más se repita en otro lugar, lo acontecido ahí.
Víctor Manuel Sánchez Valdés es profesor investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila, doctor en políticas públicas por el CIDE y especialista en temas de seguridad.
[1] Profesor investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila, doctor en políticas públicas por el CIDE y especialista en temas de seguridad. Correo de contacto: victorsanval@gmail.com
Con información de seguridad.nexos.com.mx