CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) alertó que el hallazgo de restos humanos en el Teuchitlán, Jalisco, evidencia la “crisis y el contexto de violencia e inseguridad generalizado al que se enfrenta México”, en el que no puede dejarse de lado que “el sufrimiento permanente de tener un familiar desaparecido es tortura”.
Desde Ginebra, Suiza, donde tiene su sede, la OMCT cuestionó la respuesta que ha dado el Estado mexicano, mostrando “la falta de entendimiento del fenómeno de las desapariciones en el país”, que se evidenció con “la ineficaz activación de protocolos para resguardar las evidencias después de los hallazgos, hasta convocar el 20 de marzo de 2025 a medios de comunicación, organizaciones y víctimas al ‘Rancho Izaguirre’, sin una clara preparación, lo cual terminó en una visita a las instalaciones que revictimizó a las familias”.
Sobre las propuestas presentadas el 17 de marzo por la presidenta Claudia Sheinbaum, que causaron preocupación entre los colectivos de las familias de desaparecidos por el desconocimiento evidente del tema, la OMCT se sumó al extrañamiento por la falta de consulta e involucramiento de las familias de víctimas, en los planes gubernamentales para tender el problema.
“Son las madres y familiares quienes, organizadas, colectivamente han creado acciones y mecanismos para buscar a sus familiares. Teuchitlán, recuerda que sin las familias, esta crisis no tendrá solución, el Estado debe asegurar su protección no sólo ante narrativas de estigmatización y criminalización que buscan desacreditar el movimiento sino por el alto riesgo que implica la propia labor de búsqueda”, alertó la organización.
La OMCT recordó que el hallazgo hecho por Guerreros Buscadores de Jalisco ocurre luego de que en 2024 México cerró con 37 desapariciones al día, en promedio, una realidad que “no se trata de cifras, sino de cientos de historias, familias y personas con sueños esperanzas, cuyos proyectos de vida han sido arrebatados por la violencia y la falta de respuesta de las autoridades”.
En un comunicado, la organización puntualizó que en el contexto actual “las familias no sólo deben afrontar la incertidumbre de no saber dónde está su ser querido, con los impactos psicosociales que esto implica, sino que además, también enfrentan la violencia institucional del Estado, que las revictimiza y estigmatiza por su labor”.
Apunto que actualmente “300 personas defensoras de derechos humanos, cuya labor se enfoca en la búsqueda de personas desaparecidas, se encuentran bajo medidas de protección por parte del Mecanismo de Protección para las Personas Defensoras de Derechos Humanos”, como resultado de buscar a personas desaparecidas “en un entorno de constante miedo, amenazas e inseguridad”.
La OMCT hizo “un enérgico llamado a las autoridades del Estado mexicano a garantizar investigaciones exhaustivas, independientes, imparciales y transparentes sobre los delitos cometidos en el sitio, así como a permitir la participación significativa de las familias en los procesos de búsqueda, investigación y rendición de cuentas”.
Con información de: Proceso.